Al contrario del dicho popular «nunca es tarde», el «demasiado tarde» en verdad existe. Este ocurre en la vida de la madre que no vio crecer a su hijo y, ahora, no puede retroceder en el tiempo. Sucede en la vida de la pareja que no buscó ayuda, que estuvo involucrada en una traición y que pidió el divorcio (y hoy, no se pueden ni ver). Ocurre en la vida de aquella persona que no cuidó su salud, no hizo ejercicio, no se alimentó adecuadamente y ahora enfrenta enfermedades graves.
Por lo tanto, es muy importante que pienses en las consecuencias de tus decisiones y hagas lo correcto, que arregles tu situación mientras haya tiempo.
¿Qué sucede?
En la Biblia está escrito: «Buscad al Señor mientras puede ser hallado, llamadle en tanto que está cerca» (Isaías 55:6).
En otras palabras, habrá un día en que Él no podrá ser hallado, habrá un día en que ya no estará cerca.
Al respecto, el obispo del Centro de Ayuda Cristiano explica que «hay un momento en que el propio Dios, cierra la puerta a la persona. Sí, cierra la puerta. ¿Sabes por qué? Porque Él sabe que ella, aun con todas las oportunidades, nunca entrará por esa puerta. Entonces, Él la cierra.
Dios no está sujeto al pasado, presente o futuro. Dios va más allá del tiempo. Dios mira la línea de tiempo de nuestras vidas como si estuviera mirando un cuadro en la pared. Imagina un cuadro, y en ese cuadro están representados el pasado, el presente y el futuro», explicó el obispo. «Él ya sabe todo lo que va a pasar».
Conclusión:
Por lo tanto, si tienes algo de qué arrepentirte delante de Dios, arrepiéntete pronto. Si hay algo que necesitas arreglar, arréglalo hoy. «Deja de engañarte. Lo que tengas que hacer, hazlo pronto», enfatizó el obispo.
Haz los cambios necesarios en tu vida hoy.
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