Logo/Centro de Ayuda Crisitiano

Unción por los enfermos

Uno de los grandes males que aqueja al ser humano es la enfermedad. Cualquier persona de cualquier edad puede verse afectada por una molestia, dolor o dolencia, ya sea esta leve o grave.

Independientemente del diagnóstico, en el Centro de Ayuda Cristiano creemos que, por la fe, tenemos derecho a disfrutar de un buen estado de salud. Un derecho otorgado por nuestro Señor Jesús cuando fue a la Cruz por nosotros, convirtiéndose así, en el Médico de los médicos. Como está escrito: “Mas Él fue herido por nuestras transgresiones, molido por nuestras iniquidades. El castigo, por nuestra paz, cayó sobre Él, y por sus heridas hemos sido sanados.” Isaías 53:5

En las reuniones por la salud, realizamos una pequeña unción con aceite sobre la persona enferma y oramos por su recuperación, en obediencia a las Santas Escrituras: “¿Está alguno enfermo entre vosotros? Llame a los ancianos de la iglesia, y oren por él, ungiéndole con aceite en el nombre del Señor. Y la oración de fe salvará al enfermo, y el Señor lo levantará; y si hubiere cometido pecados, le serán perdonados.” Santiago 5:13-15

Nosotros respetamos y reconocemos el criterio y la profesionalidad de los médicos, por eso, nunca aconsejamos que la persona abandone su tratamiento hasta que su curación sea constatada por un profesional de la salud. La persona debe ver esta actividad como un complemento a la medicación y a las pautas recibidas de su médico o especialista.

A lo largo de los años, hemos sido testigos de testimonios de cura sorprendentes, incluso de pacientes cuyo diagnóstico era irreversible, y que hoy gozan de una salud restaurada, para la gloria del Dios vivo.

“Él es el que perdona todas tus iniquidades, el que sana todas tus enfermedades” Salmos 103:3