Santo Culto: Aprovecha la oportunidad

Hay personas que asisten regularmente a la iglesia y que, aun así, siguen perdidas. Creen que dar ofrendas o diezmos les da licencia para hacer lo que quieran fuera de la iglesia, pero la salvación no se conquista de esa manera.

“Uno es salvo por lo que deja de hacer, no por lo que hace”,
enseñó el obispo durante el Santo Culto del pasado domingo 9 de noviembre.

Zaqueo y su oportunidad

Zaqueo había estado en los caminos de Dios, pero en algún momento se desvió. Probablemente se dejó arrastrar por la avaricia, por lo que ganaba… y también por lo que robaba, ya que los cobradores de impuestos eran conocidos por sus extorsiones.

Sin embargo, Zaqueo entendió que las riquezas deshonestas no compensaban el vacío que sentía ni el alto precio que tendría que pagar con su propia alma.

Por eso, cuando se enteró de que el Señor Jesús pasaría por su ciudad, no quiso perder la oportunidad. Como era de baja estatura, se subió a un árbol para poder verlo, ya que una multitud se había agolpado a su alrededor.

Jesús lo vio

Aquella actitud llamó la atención del Señor Jesús, que lo miró y le pidió que lo hospedara en su casa.

Zaqueo no dejó pasar el momento y bajó enseguida del árbol, lleno de alegría por haber sido visto y llamado por el Señor. En ese instante, tomó una decisión que cambiaría su vida: dejar de robar.

“Muchos piensan que Zaqueo fue salvo porque dio la mitad de sus bienes, pero no.
Él fue salvo porque dejó de robar. Fue salvo porque dejó el pecado.
Hay gente que piensa que, porque viene a la iglesia y da la ofrenda o el diezmo, va a ser salva,
pero lo que nos da paz y salvación es tener una vida recta delante de Dios”,
enseñó el obispo.

Una vida transformada

Zaqueo recibió salvación en aquel momento, y el Señor Jesús sigue dispuesto a salvar a todos los que escuchan este mensaje. No dejes pasar tu oportunidad.

«Habiendo entrado Jesús en Jericó, pasaba por la ciudad. Y un hombre llamado Zaqueo, que era jefe de los recaudadores de impuestos y era rico, trataba de ver quién era Jesús; pero no podía a causa de la multitud, ya que él era de pequeña estatura. Y corriendo delante, se subió a un sicómoro para verle, porque Jesús estaba a punto de pasar por allí. Cuando Jesús llegó al lugar, miró hacia arriba y le dijo: Zaqueo, date prisa y desciende, porque hoy debo quedarme en tu casa.Entonces él se apresuró a descender y le recibió con gozo.Y al ver esto, todos murmuraban, diciendo: Ha ido a hospedarse con un hombre pecador. Y Zaqueo, puesto en pie, dijo al Señor: He aquí, Señor, la mitad de mis bienes daré a los pobres, y si en algo he defraudado a alguno, se lo restituiré cuadruplicado. Y Jesús le dijo: Hoy ha venido la salvación a esta casa, ya que él también es hijo de Abraham; porque el Hijo del Hombre ha venido a buscar y a salvar lo que se había perdido

Lucas 19:1-10

La reunión estuvo llena de momentos de fe: la oración por la salud y la familia, el testimonio de Lissette Puco —quien relató cómo se perdió y su regreso a la presencia de Dios— y el momento más sublime, la Santa Cena, una oportunidad de volverse a Dios que muchos no dejaron escapar.

Si te perdiste este Santo Culto, no dejes pasar el del próximo domingo, a las 10 horas, en tu Centro de Ayuda Cristiano más cercano.

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