Santo Culto: El cambio empieza en el interior

Domingo 7 de diciembre, 10 de la mañana. Finalmente llegó el gran día en el que miles de personas subirían al Altar en todos los Centros de Ayuda Cristiano para pedir a Dios que se hiciera Su voluntad en sus vidas, siguiendo el ejemplo del Señor Jesús en el Getsemaní, justo antes de entregarse para cumplir el plan divino.

Sin embargo, el obispo Joaquim tenía un mensaje sumamente importante que transmitir antes de que cada uno presentara su voto en el Altar. La entrega, si no era completa, no serviría de nada. Y esa entrega tenía que empezar en el interior.

“Vamos a subir al Altar, pero la pregunta es: ¿cómo subimos al Altar?”, planteó el obispo Joaquim, invitando a todos a reflexionar.

La Palabra de Dios dice:

“Por tanto, si estás presentando tu ofrenda en el altar, y allí te acuerdas de que tu hermano tiene algo contra ti, deja tu ofrenda allí delante del altar, y ve, reconcíliate primero con tu hermano, y entonces ven y presenta tu ofrenda” (Mateo 5:23-24).

Con este pasaje, el obispo explicó que uno no debe acercarse al Altar para entregar un voto mientras haya cosas en el corazón que desagradan a Dios. Perdonar, en sí mismo, es un sacrificio, y es necesario para ser perdonados por Él y, por lo tanto, para alcanzar la salvación.

Antiguamente, quien quería presentar una ofrenda llevaba un animal. Este debía ser perfecto, sin ningún defecto, y era el sacerdote quien lo examinaba. Si encontraba algún fallo, la ofrenda era rechazada. Hoy es Dios quien nos examina cuando nos presentamos para entregarnos. Y aunque no podemos ofrecer perfección, lo que Él quiere ver en nosotros es carácter y sinceridad.

“Lo que nos hace ‘perfectos’ delante de Dios es nuestro carácter. Dios examina nuestra vida cuando nos acercamos al Altar. Lo primero que Él ve es el interior. Por eso debemos limpiarlo si queremos que Él acepte nuestra entrega y, sobre todo, si queremos que transforme nuestra vida”, enseñó el obispo antes de orar por todos.

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