
La ciudad olívica acogió una reunión muy especial dirigida por el obispo Joaquim Fernandes el pasado domingo 26 de octubre. A la cita acudieron 330 personas, de las cuales, aproximadamente la mitad conocían el Centro de Ayuda Cristiano por primera vez.
En esta tarde de poder y milagros, las personas reunidas aprendieron que el clamor que trae la respuesta deseada, no es aquel que se realiza por medio de la emoción o los sentimientos, sino aquel que asume la fe en la Palabra de Dios y pide el cumplimiento de sus promesas.

“Dios solo puede obrar en nuestras vidas cuando dejamos de llorar por los problemas y comenzamos a actuar por la fe,” afirmaba el obispo, tras leer el versículo que apoyaba su enseñanza:
“Y cuando se acercaba a la puerta de la ciudad, he aquí, sacaban fuera a un muerto, hijo único de su madre, y ella era viuda; y un grupo numeroso de la ciudad estaba con ella. Al verla, el Señor tuvo compasión de ella, y le dijo: No llores…” Lucas 7:12-13 LBLA
También hubo oraciones por la liberación y la cura interior, testimonios varios que testificaron del poder de Dios y un clamor al pie de la cruz por todas las familias representadas en esta reunión. Al final de la tarde se pudo ver la alegría y la paz en el semblante de aquellos que acudieron al evento sedientos de la Palabra de Dios.


