Descúbrelo el 18 de septiembre.
Muchas personas, cuando se miran al espejo o reflexionan sobre sus vidas, no ven nada positivo en ellas. Dudan de sus propias capacidades y piensan que no tienen valor. Se conforman con poco y piensan que no merecen ser felices.
La autoestima es la valoración que hacemos de nosotros mismos. Se forma por medio de nuestras vivencias, positivas y negativas, aunque, más importante que lo que nos sucede, es cómo nos afecta. En la infancia y la adolescencia se sientan las bases de nuestro autoconcepto, y si este ha sido negativo, se puede convertir en baja autoestima.
Valorarse poco entraña muchos más riesgos de los que se pueda pensar. Nuestras emociones se dañan dando lugar a la depresión, la melancolía, la tristeza, la timidez, etc., y afectando, consecuentemente, nuestras relaciones, vida laboral y social.
QUIZÁS AUN NO LO SABES, PERO ERES PRECIOS@
Tal vez tus experiencias pasadas te han llevado a tener un concepto negativo de ti mismo. Tal vez nunca nadie te ha dicho lo valioso que eres, o que todo el mundo te haya tratado mal.
Así como solo un tasador de joyas puede determinar el valor de una piedra preciosa, solo el Señor Jesús puede hacerte ver tu verdadero valor, el cual conoce a la perfección, pues lo ha pagado con Su propia sangre.
Ha llegado el momento de descubrir lo valioso que eres y de reconstruir tu nuevo yo. Ven el 18 de septiembre al “Domingo del Alma preciosa”, donde descubrirás tu valor y podrás deshacerte de todos los bloqueos, complejos y creencias dañinas que te han impedido ser feliz.
Domingo 18 de septiembre a las 10hs en todos los Centros de Ayuda Cristiano.
En Madrid, Paseo de Santa María de la Cabeza nº12, Atocha.
Algunas señales que indican que tienes baja autoestima:
◆ No te sientes orgulloso de tus logros.
◆ Piensas que no mereces aprecio.
◆ Desconfías de tus capacidades.
◆ Tratas de ocultar lo que consideras tus defectos.
◆ Tiendes a compararte con los demás.
◆ Te preocupas en exceso por la opinión de los demás.
◆ No tomas decisiones firmes.
◆ Necesitas aprobación constante.
