Santo Culto: Dios le está llamando

“Usted fue escogido por Dios”, dijo el obispo Paulo a todos los que presenciaban la reunión el pasado domingo. “Quizás piense que esto es una locura y que Dios no podría haberse fijado en un ser tan fallo y pecador como usted. Dios sabe todo acerca de su vida, aun así, Él quiere darle Su Espíritu y hacer una obra extraordinaria en su vida. Pero usted tiene que creer”, sentenciaba.

Los discípulos eran hombres pecadores cuando el Señor Jesús los llamó, pero ellos creyeron en Su Palabra: “No me elegisteis vosotros a mí, sino que yo os elegí a vosotros, y os he puesto para que vayáis y llevéis fruto, y vuestro fruto permanezca; para que todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, él os lo dé” (Juan 15:16-18).

Abraham también era un hombre pecador cuando Dios lo llamó. Su familia tenía costumbres paganas y probablemente se había dejado contaminar por ellas. Sin embargo, Abraham era un hombre íntegro. Era fiel a su esposa, aunque no podía darle hijos. En el contexto de aquella época, esto era extremadamente importante. En aquel entonces, cualquier hombre tenía el derecho de buscar a otra mujer para asegurar su descendencia si su esposa fuera estéril, pero Abraham no quería hacer sufrir a la mujer de su pacto.

La fidelidad de Abraham llamó la atención de Dios y Él lo llamó, “Vete de tu tierra y de tu parentela, y de la casa de tu padre, a la tierra que te mostraré. Y haré de ti una nación grande, y te bendeciré, y engrandeceré tu nombre, y serás bendición. Bendeciré a los que te bendijeren, y a los que te maldijeren maldeciré; y serán benditas en ti todas las familias de la tierra” (Génesis 12:1-3).

En este momento, Abraham pudo haber dado escusas del tipo: “Pero Dios, ¿cómo vas a hacer de mi una gran nación si tengo 75 años y mi mujer es estéril?”. Tampoco se aferró a sus costumbres paganas ni a la comodidad que le ofrecían los bienes conquistados a través de su padre.

Dios llamó a Abraham para probar su fe, (porque cuando Dios nos llama, siempre nos pide que demostremos nuestra fe a través de la obediencia) y Abraham fue aprobado porque renunció a todo por seguir a Dios. Él, a cambio, le dio Su Espíritu, que es la mayor riqueza que un ser humano puede poseer.

Abraham escuchó la voz de Dios y obedeció sin saber a donde iba. Sacrificó su riqueza material y sus costumbres para recibir la riqueza espiritual e incorruptible del Espíritu Santo. Pero esto no significa que Abraham fue pobre. Al contrario, la Biblia dice que Abraham fue riquísimo.

Dios quiere hacer una obra maravillosa en su vida. No importa su origen, su pasado ni sus errores. Dios le ha escogido y le está llamando, pero es usted quien tiene que decidir creer y obedecer Su voz.