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Cuando la ansiedad se convierte en trastorno

Estos son los síntomas a los que debes prestar atención

Los transtornos de ansiedad encabezan la lista de problemas de salud mental. De acuerdo con los registros clínicos de atención primaria de 2020 publicados por el Ministerio de Sanidad, los trastornos de ansiedad afectan al 6,7% de la población española.

Estos trastornos se caracterizan por durar largos periodos de tiempo y por empeorar con el paso del mismo. Los síntomas pueden interferir con las actividades diarias y tener un impacto importante en la vida privada y laboral. Muchos pueden experimentar estos sentimientos en su vida cotidiana.

Cómo diferenciar la ansiedad patológica de la ansiedad normal

Una de las manifestaciones más claras de la existencia de un trastorno psicológico relacionado con la ansiedad es la presencia de un estado alerta permanente. Se considera que estamos en hipervigilancia cuando el cerebro percibe continuamente amenazas y peligros donde no los hay. Es un estado de mayor sensibilidad sensorial que se traduce en un sobre activación cognitiva y psicofísica. La mente no deja de rumiar los mismos pensamientos, una y otra vez, haciendo uan montaña de un grano de arena y generando un estado de estrés permanente, lo que también trae consecuencias físicas.

El síntoma físico más predominante de la ansiedad patológica es el agotamiento, pero también suele manifestarse con taquicardias, sudoración, presión en el pecho, alteraciones digestivas, dolores de cabeza, nauseas frecuentes, cefaleas, tensión muscular (puede generar dolores en la región lumbar o en el cuello), hormigueos, calambrs y problemas para conciliar el sueño.

Cuando aparecen varias de estas circunstancias simultáneamente, debemos buscar la atención de un profesional para que nos oriente sobre los posibles tratamientos.

Otro claro indicio del trastorno de ansiedad es la «niebla mental». Cuando la angustia permanece se intala en nosotros, nuestro cerebro entra en modo de supervivencia, lo que agota muchos recursos. Por ese motivo, es normal que empecemos a actuar en «piloto automático» para reducir la enorme carga que debemos sostener sobre nuestros hombros. Esto significa que tendremos problemas para centrar nuestra atención, recordar cosas, tomar decisiones, reflexiones, pensar de manera creativa, etc.

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