FAMILIAS ROTAS, JÓVENES INFELICES

Los jóvenes de nuestra sociedad se enfrentan a una era de cambios, a un mundo que gira a un ritmo vertiginoso y que seguirá cambiando con el rápido desarrollo de la inteligencia artificial y la tecnología. Cada día surgen nuevas drogas, nuevas maneras de comunicarse y nuevos desafíos. Todo esto, sumado a los problemas sociales, al difícil acceso al empleo y a la vivienda, al cambio climático y las guerras, dibuja en sus mentes un escenario desolador para el futuro.

Muchos no están preparados para afrontar estos desafíos con esperanza y equilibrio interior. Se encuentran en una etapa en la que, si no cuentan con una buena estructura mental y emocional, algo que se forja en la infancia y en el seno familiar, pueden llegar a sentirse desbordados y con la amarga sensación de que no tienen el control de sus propias vidas. 
 

El sufrimiento emocional encabeza la lista de preocupaciones, el cual puede ser el detonante de muchos otros grandes problemas como la depresión, las autolesiones o el suicidio, aunque también de la drogadicción o la adicción a la tecnología. Todo empieza en el interior del joven o adolescente, en la gestión de sus emociones y de sus pensamientos, que consecuentemente influirá en la toma de decisiones que determinarán su futuro a corto, medio y largo plazo. 
 
Pero es ahí mismo, en el interior del joven, donde reside su fuerza, aunque para encontrarla y usarla a su favor, debe estar conectado con Dios. Cientos de jóvenes que se sentían perdidos, sin poder encontrarle el sentido a la vida, decepcionados consigo mismos y con el mundo que les rodea, e incluso arrastrando conductas autodestructivas, han encontrado el equilibrio y las ganas de vivir gracias a su acercamiento personal con el Creador. Una relación espiritual que les ha brindado equilibrio mental, paz interior, una clara dirección a seguir y un propósito de vida. 

Abel es uno de muchos testimonios recientes de transformación que han tenido lugar en el Centro de Ayuda Cristiano, pero hay muchos más. El mensaje de estos jóvenes no es otro que decirles a todas las personas que, ‘el mundo y la propia vida pueden presentarte muchos desafíos, pero Dios está dispuesto a ayudarte a superar cada uno de ellos’. 

Conoce el poder de interceder por tu familia, todos los domingos, a las 10 de la mañana, en el Centro de Ayuda Cristiano más cercano a tu hogar.

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