Santo Culto: Los hijos de Dios son diferentes y brillan

El mayor bulo que circula por el mundo es la afirmación de que “todos somos hijos de Dios”. Si esto fuera así, el mundo no estaría como está. Aun así, los hijos de Dios marcan la diferencia. Son luminares en este mundo de tinieblas. ¿Usted entiende la importancia de nacer de Dios?

El obispo Joaquim lleva semanas haciendo hincapié en esto: “Para ser hijo de Dios usted tiene que nacer del Espíritu Santo. Solo así podrá vivir conforme a la palabra de Dios”. La Biblia es clara al respecto: “Ninguno que es nacido de Dios practica el pecado, porque la simiente de Dios permanece en él; y no puede pecar, porque es nacido de Dios” (1 Juan 3:9).

La persona que tiene el Espíritu Santo no es perfecta, comete errores, pero vive lo que predica. Poco a poco endereza su vida y hace la diferencia allí donde va. Aunque esté en medio de un ambiente contrario a la fe, el hijo de Dios permanece fiel a Su padre. Es luz en medio de esta generación alejada de Dios: “…irreprensibles y sencillos, hijos de Dios sin tacha en medio de una generación torcida y perversa, en medio de la cual resplandecéis como luminaresen el mundo” (Filipenses 2:14-15).

En cambio, “hay personas que hablan mucho de Dios, pero las personas que le rodean no pueden ver a Dios en ellas”, afirmaba el obispo. Muchas veces son, incluso, objeto de burlas: “¡Mira como está tu vida!”, “¡Tú vas a la iglesia, pero haces lo mismo que yo!”. Por eso, venir a la iglesia o tener información sobre la Palabra de Dios tampoco es suficiente para ser hijo de Dios.

Por eso, el obispo, invitó a los presentes a examinarse a sí mismos y a entregarse de verdad, para así recibir el Espíritu Santo y convertirse en verdaderos hijos de Dios.