El mes de octubre nos dejó una lección inolvidable: en medio de los mayores desafíos, la solidaridad puede ser más fuerte que cualquier tormenta. Tras las graves inundaciones causadas por la DANA, muchas comunidades quedaron devastadas. Familias enteras perdieron bienes, seguridad y estabilidad, enfrentándose a una situación desoladora.
Desde el Centro de Ayuda Cristiano y La Mano que Ayuda, sentimos el llamado de hacer algo al respecto sin intermediarios, para llegar directamente a los más afectados por esta situación. Pero este esfuerzo no habría sido posible sin el apoyo incansable y desinteresado de quienes se unieron a esta causa. Más de 1000 voluntarios (entre ellos vecinos de las ciudades y hasta de otras comunidades) dedicaron horas de su tiempo para organizar, recolectar y distribuir ayuda en primera línea de batalla, desplazándose hasta las ciudades afectadas como Paiporta, Catarroja, Benetússer, Chiva, Alfafar y Massanassa, entre otras.
Gracias a ese trabajo colectivo:
- Reunimos más de 84 toneladas de alimentos no perecederos.
- Distribuimos 71.782 litros de agua, un recurso vital en medio de la emergencia.
- Preparamos y entregamos más de 3.000 comidas calientes, llevando esperanza y consuelo a quienes más lo necesitaban.
· Más de 6 mil piezas de ropa y 490 mantas.
Este no es un logro para atribuirnos, sino un testimonio de lo que se puede lograr cuando las personas trabajan unidas. Cada kilo de alimento, cada botella de agua, cada abrigo y cada minuto dedicado fueron posibles gracias a cada uno de vosotros: voluntarios, donantes y colaboradores que ofrecieron su granito de arena con amor y compromiso.
Nos llena de humildad haber sido testigos de tanta bondad. En momentos tan oscuros, nos recordáis que la luz de la solidaridad puede transformar vidas a través de pequeñas acciones que para muchos pueden ser simples, pero marcaron la gran diferencia, como la distribución de alimentos no perecederos, comidas calientes, agua, ropa de abrigo, productos de primera necesidad y hasta de limpieza.
La protección civil de Benetússer agradece la ayuda al Centro de Ayuda Cristiano por la ayuda ofrecida por todos los voluntarios en la ciudad.
Gracias por confiar, actuar y demostrar que juntos somos más fuertes. Sigamos siendo esa mano extendida que lleva esperanza donde más se necesita.
Escucha el relato de la Sra Manoli que igual que nosotros, ya no sabe cómo agradecer por toda la ayuda brindada ¡GRACIAS!
El trabajo no para, continuamos yendo a las ciudades afectadas, ayudando a la gente que más lo necesita cada día. Valencia volverá a brillar, y todos nosotros seremos testigos de ello. ¡La verdadera fuerza está en la unidad y el amor al prójimo!
Os dejamos algunas fotos de la labor que hemos conseguido realizar gracias a vosotros.