Casi mil personas se reunieron en Atocha el pasado sábado 17 de diciembre para recoger una ayuda de alimentos especial con motivo de las fiestas. Solo en la sede, se distribuyeron cerca de 16 toneladas. Cada beneficiario pudo llevarse a casa 14 kilos de comida que podrán compartir con los suyos en las navidades más caras de la historia.
Y es que la inflación ha marcado a todos, pero, sobre todo, a las familias con rentas más bajas que han visto encoger su poder adquisitivo. Los precios de la comida se han disparado, y esto ha llevado a muchos hogares a una situación de pobreza sin precedentes.
Pero en el Centro de Ayuda Cristiano, además de alegrar las fiestas a los más vulnerables, también han querido levantar los ánimos de los que ven su futuro con gran incertidumbre. Por esto, el obispo Joaquim Fernandes ha querido dar un breve mensaje fe a todos los que se reunieron aquel día.
Se puede salir de esa situación de desamparo y precariedad. Doña Eddy Castañeda da fe de ello. Llegó a la iglesia buscando una bolsa de alimentos, al igual que otras personas, pero además, recibió el alimento que revolucionaría su vida, la Palabra de Dios. Tras ponerla en práctica, la vida de Eddy dista mucho de lo que otrora fue. Ahora tiene una tienda de alimentos y no le falta nada.
Como dice el proverbio, “Dale un pez a un hombre y comerá hoy. Enséñale a pescar y comerá el resto de su vida”, y esto es lo que se pretende en el Centro de Ayuda Cristiano, que las personas superen su adversidad y que dependan solo de Dios.