SI DIOS ES SU PADRE, ¡ESCÚCHELO!
“El que es de Dios, las palabras de Dios oye; por esto no las oís vosotros, porque no sois
de Dios.” (Juan 8:47).
Escuchar la Palabra es diferente a oírla. Para escuchar solo es necesario tener audición, para oírla es necesario creer y obedecer. Al hablar con el pueblo, Jesús dejó claro que para ser considerado hijo de Dios (y ser salvo), es necesario oír la Palabra.