APRENDE A REIVINDICAR A DIOS LO QUE ÉL PROMETIÓ
Dios es honesto; y si Él empeñó Su Palabra, la cumplirá. Si ese no fuera Su deseo, no lo habría prometido. En lo que se refiere a nuestros derechos y obligaciones, la Ley de Dios funciona de la misma manera que la ley de los hombres: si cumplimos nuestras obligaciones, podemos reclamarle a Dios Sus promesas.