RECHAZA LOS MALOS PENSAMIENTOS
Mantén tus pensamientos unidos a los de Dios, ocupando tu mente con Su Palabra, eliminando sistemáticamente todo lo que es contrario a la fe. Siempre que surja un pensamiento negativo repréndelo inmediatamente y reacciona con alabanzas a Jesús. No permitas que los malos pensamientos hagan raíces en tu mente. Al rechazarlos, se irán.