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¿Cómo actuar frente al dolor?

“Es normal que nos sintamos tristes o abatidos ante una pérdida o una situación que no logramos entender, pero nunca podemos dejar que ese sentimiento se perpetúe en nosotros. Tenemos que mantener nuestra confianza en Dios sabiendo que Él tiene el control de todo”, así empezó el obispo Paulo Roberto un Santo Culto que tuvo la confianza en Dios como eje y la trayectoria de José como ejemplo a seguir.

A nadie le gusta pasar por problemas y aflicciones pero la verdad  es que cada una de las adversidades que enfrentamos es una oportunidad para que Dios pueda realizar obras mayores. Pero para ello, no podemos ser sentimentales, tenemos que vivir por la fe.

Quizás te preguntes “¿qué es vivir por la fe?” Vivir por la fe es mirar hacia adelante. Mirar más allá de la situación en la que te encuentras sabiendo que Dios está contigo y que pronto te dará la victoria. La definición bíblica dice que la fe es la certeza de lo que se espera, es decir, la seguridad de que la situación va a cambiar. Es ver con los ojos de la fe aquello que no se puede ver con los ojos físicos.

DOLOR

José sabía muy bien lo que era el dolor de la pérdida, del abandono y de la injusticia. Era un chico temeroso de Dios y era muy envidiado por sus 11 hermanos. Un día, José soñó que era una persona importante y que su familia se postraría ante él. Él joven, con gran inocencia, se lo contó a sus hermanos, quienes empezaron a odiarlo todavía más. Planearon deshacerse de él y lo echaron a un pozo. Mataron a un animal y rociaron su ropa con su sangre para hacerle creer al padre que un animal salvaje lo había devorado. Unos mercaderes que pasaban por el pozo lo encontraron y acabaron vendiéndolo como esclavo a Potifar, oficial del faraón.

El dolor que José sintió debió ser inmenso. Pero a pesar de todo el desprecio y de las circunstancias, nunca dejó de confiar en Dios. No se abandonó a sus sentimientos ni quiso suicidarse. Con seguridad no fue fácil para él, aún así, resistió los sentimientos y decidió seguir agradando a Dios.

Hay muchas personas que ante una pérdida se derrumban. Llorar es natural pero no podemos seguir llorando toda la vida. Llega un momento en que tenemos que levantarnos, sacudirnos el polvo y confiar que cosas más grandes vendrán. Esto es fe racional.  La fe tiene que estar por encima del corazón.

José fue llevado a la casa de Potifar, y dice la Biblia que el “Señor estaba con José y fue varón próspero” (Génesis 39:2).

Dios estaba con José porque José estaba con Dios. De igual modo, Dios está con uno si uno está con Dios. Así de simple. Si crees en Dios, si perseveras, si andas en Su presencia y no te entregas a los sentimientos, Dios estará contigo en todas las luchas.

TENTACIÓN

Sin embargo, ten en cuenta que Satanás hará de todo para destruir tu fe y tus sueños. Va a poner trabas e intentará llevarte a pecar contra Dios, como lo intentó con José. La mujer de Potifar lo acorraló y lo provocó para que se acostara con ella pero él se mantuvo fiel y resistió la tentación:

“La mujer de su amo puso sus ojos en José, y dijo: Duerme conmigo. Y él no quiso” (Génesis 38:9).

José no aceptó, no porque no le gustaran las mujeres, sino porque sabía que si pecase estaría desagradando a Dios y arruinando sus sueños.

INJUSTICIA

Pero la mujer de Potifar no paró por ahí. Indignada por el rechazo, acusó a José falsamente de querer sobrepasarse con ella. José volvió a sufrir una dolorosa injusticia que le llevó a pasar años en la cárcel. Todo su esfuerzo parecía, a los ojos humanos, inútil. Sin embargo, José rechazó una vez más los sentimientos negativos y siguió confiando en el plan de Dios.

José pasó varios años en la cárcel hasta que el faraón tuvo un sueño y mandó llamar a José para que le diera la interpretación. José pudo revelar el sueño a Faraón y le dio consejos para lidiar adecuadamente con la hambruna que estaba por venir. El faraón, admirado por su sabiduría, lo puso como gobernador sobre todo Egipto:

“El asunto le pareció bien a Faraón y a sus siervos, y dijo faraón a sus siervos: ¿Acaso hallaremos a otro hombre como este, en quien esté el Espíritu de Dios? Y dijo Faraón a José: Pues que Dios te ha hecho saber todo esto, no hay entendido ni sabio como tú. Tú estarás sobre mi casa, y por tu palabra se gobernará todo mi pueblo; solamente en el trono seré yo mayor que tú. Dijo además Faraón a José: He aquí yo te he puesto sobre toda la tierra de Egipto. Entonces Faraón quitó su anillo de su mano, y lo puso en la mano de José, y lo hizo vestir de ropas de lino finísimo, y puso un collar de oro en su cuello; y lo hizo subir en su segundo carro, y pregonaron delante de él: ¡Doblad la rodilla!; y lo puso sobre toda la tierra de Egipto.” (Génesis 41:39-43).

José pasó de esclavo a gobernador, pero no fue de la noche a la mañana ni fue un pase de magia. Pasaron 13 años durante los cuales pasó por todo tipo de adversidades, pero nunca se reveló contra Dios.

Cuando empezó la época de hambruna, sus hermanos fueron a Egipto a comprar alimento. Allí se reencontraron con José y se quedaron perplejos al ver que el sueño de José se había cumplido. José los perdonó porque entendió que todo había sido parte del plan que Dios tenía para él.

Como ves, Dios quiere hacer realidad tus sueños pero para alcanzarlos debes perseverar y confiar en Su cuidado. Si estás pasando por una adversidad, confía, aférrate a Él. No sabes cuándo alcanzarás tu sueño o cuándo la situación se resolverá, pero si andas en Su presencia puedes estar seguro de que, en su momento, Dios te honrará.

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