Nadie quiere morir.
El suicidio es una realidad molesta que muchos quieren silenciar. A veces parece que no existe porque no se habla mucho de ello en los medios de comunicación, pero la verdad es que está muy presenta en nuestro país, en nuestra ciudad, en nuestro vecindario y en muchas personas que nos cruzamos a diario.
Cada año se suicidan más de 800.000 mil personas en el mundo y la cifra va en aumento. En España, según datos del INE, se suicidan casi 3.600 personas: el doble de fallecidos en accidentes de tráfico al año. Para entenderlo mejor, de media, cada día se suicidan 10 personas y 20 personas lo intentan en nuestro país.
La pandemia también ha tenido un gran impacto en la salud mental de las personas y los expertos aseguran que el repunte de cuadros de ansiedad y depresión podrá incrementar el número de óbitos por suicidio a corto, medio y largo plazo. La angustiosa incertidumbre y el esfuerzo titánico de los últimos meses por soportar la presión ha tenido sus efectos colaterales en cuerpos del Estado, personal sanitario y otros héroes sin capa que han estado en primera línea de guerra ante el virus.
Mitos sobre el suicidio
En torno al suicido existen muchos estigmas y muchas creencias erróneas que se deben rebatir desde ya si queremos ayudar a aquellos que están buscando esta puerta falsa. Una de ellas es que “el suicida quiere morir” cuando en realidad lo que esta persona quiere es no sufrir pero en su mente no consigue visualizar otra solución que no sea la del suicidio.
Si bien es cierto que parte de las personas que intentan suicidarse pueden tener un problema mental (diagnosticado o no), muchos suicidas no tienen por qué tener un trastorno. Generalmente, lo que sí sienten es un fuerte vacío existencial o una gran desesperación ante un problema. Es decir, son personas comunes pero que se sienten perdidas y no saben dónde ni cómo recibir la ayuda que necesitan para salir adelante.
Otra creencia falsa es que “el sobreviviente a un intento no quería morir, sino simplemente llamar la atención”. No debemos tomarnos esto a la ligera y mucho menos ignorarlo. Muchas personas que consuman el suicidio tuvieron varios intentos previos.
El suicidio es un espíritu
Podríamos hablar de otros mitos, estadísticas, así como de planes y campañas que se podrían poner en marcha para decirle a estas personas que no están solas y que pueden encontrar la esperanza y la paz que necesitan. Todo el esfuerzo de psiquiatras, psicólogos y asociaciones para que se apruebe un plan de prevención es loable y debería ser apoyado unánimemente por nuestros políticos independientemente del partido. Sin embargo, no podemos vencer el suicidio si ignoramos que el causante de este es un espíritu maligno.
¿Cómo vencer a un enemigo que no conocemos? Así como un médico necesita conocer la enfermedad que su paciente padece para darle el tratamiento adecuado, las personas necesitan saber que la ideación suicida es un problema espiritual y que tiene solución si se utiliza un arma espiritual para hacerle frente. Las personas que han entendido esto y han buscado la solución a su vacío existencial a través de la fe, no solo han vencido los deseos de suicidio, sino que han recuperado la alegría y sus vidas han cobrado un nuevo sentido.
El obispo del Centro de Ayuda Cristiano, en uno de sus programas de VIDAFM, ha querido mandar un mensaje de ánimo y de fe a todos los que se encuentran abatidos y pensando en la muerte como solución a sus problemas. “Mucha gente se corta, hace locuras y atenta contra su propia vida no porque quiere morir, sino porque están dominados por un espíritu”, relataba. Para ilustrar esto el obispo dio un ejemplo bíblico de un joven que estaba siendo oprimido por un espíritu maligno que procuraba matarle. El padre, desesperado por la situación, buscó a Jesús porque sabía que Él era el único que lo podía liberar. Dice la Biblia que “reprendió Jesús al demonio, el cual salió del muchacho, y éste quedó sano desde aquella hora.”(Mateo 17:18).
Puedes escuchar el mensaje completo, a continuación:
No tires la toalla
Si tú o alguien que conoces está pensando en tirar la toalla y desistir de la vida, ¡no lo hagas! Hay un espíritu detrás de los deseos de suicidio que no quiere que seas feliz. En contrapartida, el Señor Jesús quiere darte paz interior y la alegría de vivir. Corre hacia Él, búscalo, y serás realmente libre y feliz.
¿Necesitas ayuda?
No aceptes convivir con esa situación, llámanos ahora al 91 539 26 18 (también funciona como WhatsApp) o acude al Centro de Ayuda Cristiano más próximo.