- Establece un presupuesto (con un objetivo a alcanzar): es importante que tengas en cuenta tus gastos fijos mensuales para calcular una meta de ahorro.
- Compara precios y busca ofertas: no es necesario que vayas de un supermercado a otro mirando los precios (aunque nunca es mala idea). Puedes preguntar a tus familiares, amigos y compañeros de trabajo dónde compran y comparar la relación calidad-precio de los productos.
- Evita las compras por impulso (casi nunca lo necesitas): muchas veces nos compramos cosas por darnos un capricho bajo el lema “para algo estoy trabajando”.
- Compras online (de cosas que necesitas): casi de la mano con el anterior punto. Es cierto que en internet podemos encontrar ofertas escandalosamente buenas de hasta el 75% o, por qué no, 90% en productos de todo tipo.
- Reducir los gastos en casa: puedes ahorrar agua y energía contando con electrodomésticos eficientes y ecológicos. Lo notarás en tu balance de facturas.

Mi familia en el Abrigo del Altísimo
¿En qué lugar del mundo podemos estar seguros? Estar al tanto de lo que sucede en el mundo se ha vuelto algo inquietante y perturbador.