El pasado domingo 24 de julio, en el Centro de Ayuda Cristiano, se celebró el evento “De la herida a la cicatriz”. Una reunión especial que tuvo como objetivo ayudar a las personas que padecen depresión o algún tipo de problema emocional. Los participantes descubrieron que, aunque los problemas de la vida los haya herido, es posible seguir adelante y superar el dolor de los traumas del pasado.
“La mayoría de la gente no sabe entender a una persona que padece depresión. Por más que trate de explicar cómo se siente, es casi imposible expresar el vacío que tiene en el alma”, aclaraba el obispo Joaquín Fernandes en su charla a los asistentes.
Maricarmen, que sufrió depresión durante once años, pasó a hacer lo que no había hecho ni en su juventud. “Empecé a beber, a fumar porros y llegué a tener envidia de los que se morían. ¡Pensaba que merecía más morirme que ellos!”, relataba. Hoy, restaurada, afirma que lo único que pudo llenar el vacío de su alma fue la presencia del Espíritu Santo, a Quien solo pudo encontrar cuando llegó al Centro de Ayuda Cristiano.
El obispo comparó las decepciones con las heridas, cuando están abiertas duelen mucho, pero cuando cicatrizan ya no duelen más. “Dios tiene el poder para cicatrizar tus heridas”, afirmó el obispo antes de orar por todos los presentes. Tras la oración, Jonathan, quien llevaba 5 años atravesando una profunda depresión, pudo tener paz en su alma por primera vez en mucho tiempo.
El grupo “Saliendo de la depresión”, trabaja para ayudar a los que padecen problemas emocionales o espirituales. Si necesitas ayuda ponte en contacto a través del número 646 30 10 00 (también es WhatsApp). Las citas, las charlas y la consejería son 100% gratuitas.