A nadie le gusta enfrentar dificultades o circunstancias agobiantes. Sin embargo, para los que están en la fe, los problemas sirven como escalones para alcanzar metas y realizar sueños. Fue exactamente eso lo que les sucedió a los hebreos cuando salieron de Egipto rumbo a la Tierra Prometida.
Dios sustentaba todos los días a Su pueblo con el maná, pero, antes de llegar a destino, ese alimento cesó. Lee el siguiente versículo:
“Y el maná cesó el día siguiente, desde que comenzaron a comer del fruto de la tierra; y los hijos de Israel nunca más tuvieron maná, sino que comieron los frutos de la tierra de Canaán aquel año.” Josué 5:12
Si no hubiera sucedido de esa manera, los hebreos se habrían conformado con el maná y habrían permanecido en el desierto sin poder disfrutar de los beneficios que habían en la tierra que Dios les prometió. Es decir, el problema los estimuló a avanzar y a conquistar.
¡Sigue luchando!
Si estás enfrentando una situación difícil, entiende que el Señor no es el causante de las adversidades, sin embargo, Él las permite para que podamos aprender a depender solo de Él y, a través de la fe, alcancemos cosas extraordinarias.