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Descubre la Verdadera Felicidad

Las Bienaventuranzas según Jesús

 

En la vorágine de la vida moderna, la búsqueda de la felicidad genuina se ha convertido en un anhelo universal. En este nuevo año, todos expresamos nuestros deseos de un «Feliz Año Nuevo», pero, ¿qué implica realmente la auténtica felicidad? 

En un mensaje revelador, el Señor Jesús nos proporcionó las claves de la dicha en Su primer sermón, a través de las bienaventuranzas.

1. Poseer el Reino de los Cielos:

La felicidad verdadera comienza al reconocer y abrazar el reino espiritual. La conexión con Dios y la entrega de toda nuestra vida al propósito más importante nos lleva a la salvación.

2. Dejar de llorar, ser consolado:

En la comprensión de que ninguna tristeza o problema nos derrumbará. Pues Él estará con nosotros en el transcurso de cada batalla, no solo trayendo la certeza de la victoria, sino también consuelo y la paz que llena el alma de felicidad, incluso en tiempos difíciles.

3. Heredar la tierra:

La generosidad del Padre nos brinda beneficios inmerecidos. Al vivir en humildad y obediencia a Su palabra, experimentamos la riqueza de la vida terrenal de manera abundante.

4. Alcanzar misericordia:

Practicar la misericordia hacia los demás nos conecta a un nivel más profundo de felicidad con Dios. Pues Él promete Su misericordia a los que son misericordiosos, aunque el mundo no sea justo con aquellos que son rectos conforme a la palabra Sagrada, Dios es galardonador y retribuye a quiénes actúan con misericordia.

5. Ver a Dios en la vida de uno:

No es suficiente que conquistemos y veamos las bendiciones de Dios en nuestra propia vida, pero es necesario que se vea Su Espíritu en nuestras actitudes, carácter, en nuestra manera de pensar, en nuestro ser… Es la única manera que podemos ver a Dios de verdad en nuestra vida.

6. Ser llamado hijo de Dios:

La identidad como hijos de Dios nos confiere una felicidad duradera y profunda. Este reconocimiento sucede cuando somos un testimonio vivo de Dios en la tierra, siendo imitadores de Cristo.

7. Tener un gran galardón en los Cielos:

La perspectiva de un galardón celestial nos brinda la seguridad de que nuestras acciones justas y llenas de amor y sacrificio no pasarán desapercibidas. Esta certeza añade un sentido de propósito, temor y gozo a nuestra jornada terrenal.

8. Saciar el hambre y la sed de justicia:

Buscar la justicia en todas nuestras acciones y relaciones es esencial. Saciar la sed de justicia permite que confiemos que cuando somos justos con lo demás, Dios se encargará de nosotros con Su justicia.

En el vocabulario del Señor Jesús, ser bienaventurado significa ser afortunado, feliz, bendecido, privilegiado, favorecido, lleno de favores divinos y disfrutar de condiciones favorables. Este año, al abrazar las bienaventuranzas, nos encaminamos hacia una felicidad que trasciende las circunstancias. Que cada día nos acerque más a la verdadera dicha que solo puede provenir de seguir el camino de Aquel que reveló el secreto de la felicidad.

Si buscas la felicidad que no es falsa, pasajera ni momentánea, sino profunda, verdadera y que persiste a pesar de los problemas: ¡No espere más! Participa en esta novena de las Bienaventuranzas, que celebraremos del 7 de enero al 3 de marzo, todos los domingos a las 10h, en el Centro de Ayuda Cristiano más próximo a tu domicilio. 

En Madrid: Paseo Santa María de la Cabeza, 12, en Atocha.  

En lugar de desear un “Feliz Año Nuevo», haz que este año sea verdaderamente feliz.

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