Siempre deseamos que el año que empieza venga cargado de salud, paz, amor y prosperidad. Sin embargo, el 2024 por sí solo no puede traer consigo estas cosas.
Puede que en nuestra travesía nos encontremos ante situaciones indeseables, ya que los problemas son parte intrínseca de la vida. Nadie navega sobre un mar de rosas, pero somos nosotros los que llevamos el timón de nuestro barco. De nuestra vida.
Lo importante es que reaccionemos bien antes estos sucesos. Que a través de nuestras decisiones podamos marcar el rumbo que deseamos seguir. Y no hay nada más poderoso y transformador que las decisiones de fe inteligente que tomamos basándonos en la Palabra de Dios.
Por eso, el 2024 está en tus manos. Tú tienes el poder de hacer con que este nuevo año sea el mejor de tu vida, si decides poner tu confianza en la Palabra de Dios y la practicas de todo tu corazón.
Muchos, el pasado año, cansados de verse inmersos en un agujero de problemas y desdichas, decidieron construir una relación con Dios y empezar a practicar Su palabra. Esta determinación fue suficiente para darle un vuelco a sus vidas y revolucionar toda su existencia.
Por eso, la fe práctica no nos asegura que nunca tendremos problemas, pero nos da el coraje y la seguridad de que, venga lo que venga, los solucionaremos. Es una convicción tan firme, que es capaz de traer a la existencia lo que nunca ha existido, ya sea paz, amor, prosperidad o salud.
Por eso deseamos, más bien, que tu 2024 esté lleno de actitudes de fe, pues Dios nunca ha dejado de responder, ni lo hará. No es suerte, es el poder de la fe.