¿Cómo podemos explicar la fe? ¿Será algo natural o sobrenatural? La definición bíblica es:
«…la fe es la certeza de las cosas que se esperan, y la convicción de cosas que no se ven» (Hebreos 11:1).
Así, podemos concluir que la fe es algo sobrenatural y, por eso, no puede ser analizada desde el punto de vista meramente humano. Como alguien, por la lógica, puede tener plena certeza de algo que aún va a acontecer, sin nada que lo compruebe de antemano. La fe jamás podrá ser explicada por la lógica, pues es un don que proviene de Dios. Las leyes que rigen nuestro mundo físico y racional son frontalmente contrarias a las leyes de la fe.
Observemos las vidas de los grandes héroes de la Biblia que, por la fe en el Dios vivo, subyugan reinos, cierran bocas de leones, extinguen la violencia del fuego y atraviesan a pie el seco Mar Rojo. De la debilidad sacan la fuerza y permanecen firmes bajo las circunstancias más negativas y adversas, porque solamente veían lo invisible y creían en lo imposible. Dios fue sobremanera exaltado a través de la fe y el coraje de estos hombres que, a través de la fe, descubrían el secreto de la victoria.
Mientras no nacemos de nuevo, vivimos sujetos a las limitaciones de nuestros cinco sentidos y, consecuentemente, a ellos somos subordinados. Pero cuando nos volvemos nuevas criaturas, pasamos a vivir en el Reino de Dios y somos librados de las limitaciones de este mundo físico, de acuerdo co nuestra fe. En el mundo físico las reglas se apoyan en ver, para entonces creer. En el mundo de la fe, las reglas se apoyan en creer, para entonces ver.
Leemos en las Escrituras, que el Señor Jesús llamó al mundo físico «este mundo» y, al mundo de la fe, llamó «Reino de Dios». Nosotros, los cristianos, solamente vivimos la vida en toda su plenitud, a través de la fe, y no hay otra alternativa. Con todo lo que ha acontecido a la gran mayoría de los cristianos, ¿por qué no viven por la fe, dejándose llevar por lo que oyen o sienten, confundiendo el mundo de la fe con el mundo de la limitación de los cinco sentidos? Por ejemplo: Creen que el Señor Jesús, en la Cruz, sufrió los pecados de todos nosotros y que, si nosotros confesamos sinceramente a Él, debemos tener plena certeza de que seremos perdonados. Con todo, en el mismo sacrificio, el Señor Jesús llevó sobre si nuestras enfermedades,. Pero, para que crean en la sanidad, es necesario que no haya cualquier evidencia de síntomas, es decir, tiene que ver para creer. Esto no es fe. Es aniquilar la fe para dar lugar a la razón.
En cierta ocasión, un hombre se aproximó al Señor Jesús y le dijo: «Señor, compadécete de mí, porque mi hijo es lunático y sufre mucho. Tus discípulos no consiguieron curarlo». Y Jesús exclamó: «¡Oh, generación incrédula! ¿Hasta cuándo estaré con vosotros? Traed aquí al pequeño». Jesús reprendió al demonio y, desde aquella hora, el pequeño quedó curado. Sus discípulos preguntaron por qué no pudieron expulsar el demonio. Jesús respondió: «A causa de la pequeñez de vuestra fe».
“En verdad os digo que, si tuvierais fe, diréis a este monte: Levántate y lánzate al mar, y así acontecerá”.
“Nada os será imposible». Lea el texto bíblico de Mateo 17:15-20. Vemos que las palabras del Señor Jesús viene a confirmar la importancia de aquello que decimos, incluso que delante de nosotros exista un «monte». Jesús afirmó que si dijésemos, con certeza y convicción, la palabra de fe, el milagro acontecería, porque todo problema y dificultad se queda sometido a la autoridad de aquel que vive por la fe. Vivir por la fe significa no vivir limitado por lo que se ve o siente, por las circunstancias o por la lógica de este mundo, pues la fe sobrepasa las barreras de lo imposible.
Y es en este espíritu de fe, firme, en que el Señor Jesús desea que nosotros andemos, a fin de presentar al mundo al Dios vivo y poderoso, el cual nosotros adoramos.