¿Quién nunca se ha preocupado precipitadamente por algo? A pesa de ser considerada una reacción natural del cuerpo humano, la ansiedad puede causar serios disturbios y perjudicar la vida cotidiana de cualquier persona cuando se presenta de manera desproporcionada.
A nadie le gusta esperar. Cuando deseamos algo con todas nuestras fuerzas, pero tarda en llegar, solemos sufrir ansiedad. Eso sucede mucho en áreas de la vida que no podemos solucionar solos, como la vida sentimental, ya que la realización de esta área pasa por encontrar a alguien que sea compatible. El sentimiento de ansiedad no beneficia en nada, solo entorpece, pues en esta área en cuestión la ansiedad puede llevar a la persona a tomar malas decisiones, causando problemas mucho peores. Pero tristemente no es solo esa área en que la ansiedad puede causar problemas. Muchas personas sufren ansiedad antes de una prueba médica, de un examen, de una entrevista de empleo, de una mudanza… la anticipación del sufrimiento por algo que aún no sucedió es incoherente, ya que no sabemos si el resultado será bueno o malo.
«¿Y quién de vosotros, por ansioso que esté, puede añadir una hora al curso de su vida?» (Mateo 6:27)
«¿Y quién de vosotros podrá con afanarse añadir a su estatura un codo? Pues si no podéis ni aun lo que es menos, ¿por qué os afanáis por lo demás?» (Lucas 12:25-26).
Cuando te preocupas por lo que aún sucederá, no consigues ver las cosas maravillosas que están sucediendo ahora mismo. Vive el presente, invierte en ti mismo y en tu vida espiritual. Haz cursos, busca nuevas oportunidad, descubre tus talentos e invierte en ellos. Si ya has sido bautizado con el Espíritu Santo procura saber más de Él, pero si aun no has sido bautizado, entonces, ese debe ser tu principal cometido.
«Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas» (Mateo 6:33)
No significa que serán añadidas sin que tú necesites buscar, pero necesitas construir la base que sostendrá todo lo que será añadido posteriormente. Lo más importante es saber que Dios no es un «camarero», ni un «gerente». Él es un Padre celoso, y mientras nos quejamos por el tiempo que está tardando, en realidad, lo que Él está haciendo es preparar lo mejor para nosotros. Por lo tanto, no te preocupes por el día de mañana, pues el día de mañana se ocupará de sus propios problemas.
2 comentarios en “Enfermedades del Alma – Ansiedad”
Gracias Por el Consejo
Amén