En una de sus reuniones, el obispo del Centro de Ayuda Cristiano explicó que existen tres tipos de personas. Y, según él, dependiendo del grupo al que pertenezcas, así será tu vida. Observa cuales son:
- Las que luchan solas: son personas luchadoras, que no miden esfuerzos para vencer. Trabajan, estudian y construyen, pero usando únicamente su propia fuerza. Confían en su propia capacidad y no cuentan con Dios. “Son como Esaú, que se consideraba muy capaz y por eso pensaba que no necesitaba a Dios”, explicó el obispo.
- Las que luchan contra Dios: el Señor intenta hablar con ellas, entrar en sus vidas, guiarlas, pero ellas insisten en hacer todo a su manera, resistiendo a Dios: “Son como Jacob, piensan que el mundo es de los tramposos y que van a conseguir vencer con sus ardides”, agregó.
- Las que luchan con Dios: estas finalmente aprendieron a rendirse al Altísimo, a tenerlo como su principal socio. “Son como Israel, en quien Jacob se convirtió después de tener un encuentro con Él. Ponen a Dios siempre en primer lugar y delante de todos sus caminos y obedecen en todo lo que Él les manda”, esclareció. Esta sociedad entre Dios y el hombre no es algo pequeño o irrelevante.
Nunca más estarás solo
“He aquí, yo estoy contigo, y te guardaré por dondequiera que fueres, y volveré a traerte a esta tierra; porque no te dejaré hasta que haya hecho lo que te he dicho” (Génesis 28:15).
“Estas no son palabras baratas. Él dijo, literalmente, que no desistiría de Jacob. A pesar de haber cometido muchos errores en la vida, la garantía del Señor superó todos ellos”, dijo el obispo.
Lo mismo sucederá contigo, si decides entregarte totalmente a Dios y permites que Él luche a tu lado.
“Él quiere cumplir Su Palabra en tu vida, pero tú tienes que dejar de resistirlo. De lo contrario, solo coleccionarás atrasos. Dios quiere que confíes en Él. Al final, con Él a tu lado, no le tendrás miedo a nada”, afirmó.