¿Cuándo fue la última vez que hiciste algo por la primera vez?
Desde hace una semana, un mes, un año…
Huimos de las cosas nuevas, porque queremos el confort que provoca la monotonía.
Como tú, yo también me siento extremadamente incómoda e insegura con la primera vez de todo. Pero también amo el desafío y la revolución que lo nuevo crea en mí.
¡No siempre sale bien, es verdad!
Pero, queda la enseñanza, ¿verdad?
Entonces, si no existe un tiburón en tu acuario que te desafíe a expandir tu visión y a cambiar, ¿te atreves a ser tu propia fuerza impulsora para hacer algo diferente hoy?
No es necesario que sea algo grande o muy interesante; basta con que sea nuevo.
¿Qué tal, dormir de manera diferente en la cama? ¿Te has dado cuenta que el rostro se arruga por aplastarla de la misma manera en la almohada todos los días?
También puedes peinarte diferente, o hacer una receta nueva, regresar a casa por otro camino, hablar con alguien con quien nunca hablaste, aprender algo útil en el móvil…
Si no cambiamos, nada cambia en nosotros.
¿Ya pensaste en algo nuevo para hoy?