«Intenté quitarme la vida en tres ocasiones y en una de ellas acabé ingresada»

“Durante muchos años sufrí constantes abusos por parte de familiares cercanos”, recuerda Rosa.

Los sentimientos de culpabilidad y vergüenza aumentaban. No era capaz de contárselo a nadie. “Era una niña en busca de cariño. Continuamente me preguntaba qué había hecho mal y por qué mi madre no se daba cuenta”, confiesa.

Rosa se casó muy joven buscando la protección anhelada, pero nada pudo darle esa sensación de amor y seguridad. “Tuve muchas parejas pero todo se resumía en traición y desilusión. Buscaba que llenaran aquel vacío pero siempre acababa pensando que nadie me quería.”

El suicidio siempre había sido una opción para ella.

“Desde pequeña tenía siempre el pensamiento de querer matarme porque el tormento interno era brutal. Intenté suicidarme tres veces, en una de ellas acabé ingresada en el Gregorio Marañón”, recuerda.

Cuando Rosa llega al Centro de Ayuda Cristiano, descubre el amor que cura el interior.

“Es difícil explicarlo en pocas palabras pero aquí descubrí que estaba Dios. A través de la orientación espiritual e inteligente de este lugar recuperé mi vida. El dolor que estuvo en mi interior durante más de cuarenta años, solo Dios lo pudo sanar. Ahora soy feliz porque conocí a Jesús, el amor de mi vida”, concluye.

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«HICE DE LA BANDA MI FAMILIA, PERO NO ME SENTÍA FELIZ»

La decadencia de Abel empezó como la de cualquier otro joven pandillero que no encuentra en su propio hogar un referente ni un espacio donde ser amado. Fue este vacío el que le condujo a buscar fuera de casa la sensación de pertenencia a una familia, aunque fuera a costa de vender su propia alma. Ahora, fuera del mundo de la delincuencia y tras superar todos sus conflictos y carencias, es un joven feliz, con sueños y proyectos, que además disfruta de una familia reconstruida.

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«Mi corazón está sanado, ¡y gratis!»

Carol desde su niñez sufrió abusos y se sentía vacía. A lo largo de su vida, buscó la felicidad pero no lograba encontrarla, lo que la llevó a ser agresiva, sufrir ataques de ansiedad y hasta incluso realizar acciones extremas, como pagar 1000€ por un curso para «sanar su corazón», sin obtener resultados.

En el video podrás conocer la historia completa de Carol y como consiguió sanar su corazón ¡sin pagar nada!

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