La respuesta de Dios depende del tipo de ofrenda que Le ofrecemos. La señal dada a Gedeón ocurrió a causa de la ofrenda pura y sacrificial que él dio. Quien quiera una señal de Dios debe estar dispuesto a pagar su precio. La razón por la cual muchos son derrotados es que quieren la bendición, pero no quieren sacrificar por ella.
No se trata de comprar o de hacer un acuerdo para recibir las bendiciones de Dios, sino de asumir la fe en Él a través de actitudes de fe. La ofrenda es la única expresión real de la fe en Dios; no el dinero en sí, sino lo que representa en la piedra, en el Altar.
La ofrenda representa a la vida de quien la da. El Altar representa al Señor Jesús. Cuando colocamos nuestra ofrenda en el Altar, estamos, de hecho, colocando toda nuestra vida en las manos de Dios.
Para entender mejor este tema, considere lo siguiente: lo que une a los seres humanos es el amor, y lo que nos une a Dios es la fe sobrenatural. Cuando amamos a alguien, tenemos un fuerte deseo de expresar ese amor a través de regalos. Cuando el amor es real, los regalos estarán en el mismo nivel del amor que los inspira. Hay personas que llegan al punto de endeudarse para darle lo mejor a la persona a la que aman.
Lo mismo sucede cuando se trata de la fe. La fe exige lo mejor para Dios de la misma manera que el amor exige lo mejor para la persona amada.
La fe sobrenatural en Dios nunca se contenta con una relación teórica, así como el amor nunca acepta una relación basada en un simple intercambio de declaraciones de amor. Es por eso que existe el casamiento — donde dos personas se comprometen para siempre a través de una rendición mutua.
La fe sobrenatural exige el mismo compromiso con Dios por medio de ofrendas.
La vida de la persona que da la ofrenda está en su ofrenda; por eso, la representa; El Señor Jesús fue la Ofrenda del Dios Padre para el mundo. La vida del propio Dios estaba en Su Ofrenda. Si Él ofrendó Su propia vida, ¿cómo aceptará solo parte de nuestras vidas?
Nuestra vida está en nuestra ofrenda. Si la ofrenda en el Altar es inferior al 100% de nuestras vidas, Él no la aceptará. ¡Es nuestro todo por el todo de Dios!
Por ese motivo, la vida de una persona depende de la ofrenda que coloca en el Altar.
Ahora podemos entender mejor la Palabra del Señor Jesús, cuando Él dijo:
Dad, y os será dado […]. Porque con la medida con que midáis, se os volverá a medir.
Lucas 6:38
Como podemos ver, las bendiciones de Dios dependen del tipo de ofrenda que colocamos en el Altar. La Biblia nos enseña que, cuando aprendemos a dar, aprendemos a recibir.