Las bendiciones vienen por la fe

«Al descender a tierra, vieron brasas puestas, y un pez encima de ellas, y pan. Jesús les dijo: Traed de los peces que acabáis de pescar. Subió Simón Pedro, y sacó la red a tierra, llena de grandes peces, ciento cincuenta y tres; y aun siendo tantos, la red no se rompió. Les dijo Jesús: Venid, comed. Y ninguno de los discípulos se atrevía a preguntarle: ¿Tú, quién eres? Sabiendo que era el Señor» (Juan 21:9-12)

Nosotros estamos viviendo en el siglo XXI. Hubo, en los últimos años, transformaciones extraordinarias en varias esferas de la sociedad. Las ciencias se multiplican, la tecnología se perfecciona y son producidos muchos avances en la medicina, en la astronomía, en la ecología, en la política, etc.

Mientras tanto, muchas personas llegan a la conclusión de que no ocurrieron transformaciones considerables en sus vidas. No hubo cambios significativos. En este momento, muchos deben estar preguntándose a sí mismos: «¿Por qué mi vida no cambia?¿Por qué entra año, sale año, entra década, sale década, y nada cambia?»

Uno de los principales motivos, si no el mayor, por el cual las personas dejan de ser bendecidas, es el miedo. En el ámbito religioso, por ejemplo, muchas tienen miedo de buscar el Espíritu de Dios y ser confundidas por los espíritus malignos. El miedo hace que las personas se queden impedidas de recibir el Espíritu Santo, porque estas se cierran. No se alcanza algo de Dios con el corazón cerrado. Otros tienen miedo de perderlo o desagradarlo. Eso vuelve a las personas frustradas y anula totalmente su fe.

Las cosas de Dios vienen por la fe, y no por mérito. Debes preguntarte: «¿Qué tiene eso que ver con los peces que los discípulos de Jesús pescaron?» Si alguien desea grandes cosas, debe tener fe en la misma proporción. Las bendiciones vienen por la fe, pero solo puede cogerlas si las planta. Si no lanzas la red al mar, ¿cómo podrás pescar? Los apóstoles lanzaron la red y pescaron 153 peces enormes. Podrían haber sido medios o pequeños, pero la Palabra de Dios afirma que fueron peces grandes. Esa afirmación no es gratuita.

Vamos a usar nuestra fe y fuerza para recibir bendiciones completas. Vamos a lanzar nuestra red espiritual, para alcanzar las grandes bendiciones de Dios. La Biblia dice que el justo vivirá por la fe. Si nuestra vida no demuestra eso, si no vivimos de manera plenamente bendecida, estaremos siendo cobardes y, por encima de todo, negando el poder de Dios, e incluso Su existencia.

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