«Entonces la mujer, temiendo y temblando, sabiendo lo que en ella había sido hecho, vino y se postró delante de Él, y le dijo toda la verdad. y Él dijo: Hija, tu fe te ha hecho salva; ve en paz, y queda sana de tu azote.» Marcos 5:33-34

Un domingo para sanar las heridas del alma
Las heridas que más duelen y que más hacen sufrir a las personas son las que se producen en el alma. No son físicas. No