Sentirte que eres la víctima, incomprendido, rechazado, o pensar que el mundo conspira en tu contra, son comportamientos que no te van a ayudar en la vida.
“La vida es injusta y no va a dejar de serlo”, dijo el obispo del Centro de Ayuda Cristiano durante uno de sus programas.
¿Cómo lidiar con los sentimientos?
El obispo observó que la mejor manera de enfrentar la vida es comprendiendo que estamos en una guerra constante, y que la principal batalla que libramos es en contra de nuestros propios sentimientos.
“Tendremos más probabilidades de sobrevivir navegando en las aguas turbulentas de esta vida injusta fortaleciendo nuestro barquito, es decir, navegando por encima de nuestros sentimientos. Esto no significa que debemos ignorarlos. Al contrario, tenemos que saber reconocerlos, saber que están ahí y gestionarlos de manera inteligente”, enseñó.
Un ejemplo de lo que no se debe hacer es cuando una persona sensible espera que las personas sean igual de sensibles que ella. Porque, normalmente, las personas no extienden su mano para ayudar ni se preocupan con los sentimientos ajenos. Consecuentemente, la persona se siente triste y frustrada porque esperaba un trato recíproco que nunca que se produjo.
El problema es que ese sentimiento de frustración se convierte en una sensación de desprecio y baja autoestima. Es así como nacen muchas emociones negativas, rencores y otros problemas emocionales.
“Cuando no recibes lo que esperas, de algún modo sufres. La otra persona ni siquiera sabe qué te está sucediendo, lo que estás sintiendo ni lo que piensas a su respecto. Ella estaba simplemente ajena, enfocada en otras cosas, en sus propios problemas”, añadió el obispo.
Por lo tanto, si te identificas con esta situación, considera la posibilidad de cambiar, para que tu vida sea más simple y más feliz.
